jueves, 25 de septiembre de 2008

Still alive


Pero cansados. Y contentos. Y cansados. Y más contentos.

Tristana vino a España, y nos anunció que está embarazada de 3 meses y medio! Estaba tan... hermosa! Ojalá se vengan a vivir a España, porque se vendrían a Madrid, y podríamos cuidar de ese pekeñeke y verle crecer!

De momento planeamos el viaje a London post-nacimiento.

El fin de semana pasado estuvieron Roberto y Rebeca, estuvimos haciendo mil cosas, pero como tuvimos que postponer el teatro por un desafortunado accidente de una de las actrices, hemos optado por juntarnos de nuevo este finde y así quitarnos la espina. Ya tengo las entradas.

He preparado un montón de cosas, a ver si sale bien! El sábado espectáculo de magia y mojitosss y el domingo un paseito por el Rastro. Pena que lloverá, o eso se vaticina.

Retomo lo escrito, que Summer me chatea y no hay manera. El sábado iremos al Olsen, es un restaurante nórdico que tiene muy buena pinta, además te sirven bandejas para compartir cosas de picar y vodkas, que al mediodía, seguro que nos hacen cambiar un poco el enfoque de la realidad. Me apetece.

Ayer empecé un libro que me regalaron en casa de Fernando por mi cumpleaños. "El mundo" de Juan José Millás. Me está gustando mucho, aunque sólo leí 30 páginas. Parece increíble que este hombre venga de una familia numerosa, me siento tan identificada con casi todas las descripciones que hace de sus percepciones infantiles... la cuestión es que las siento muy individualistas, es por eso que me resulta familiar...

Todavía sueño con Asia, y Fer también, pero nos hacemos un té de Oriental Beauty, tan evocador, y nos trasladamos momentáneamente.

Estoy hasta arriba, de trabajo, de cosas para hacer fuera del trabajo, de todo. No saco tiempo para un montón de cosas pero por otro lado disfruto otras un montón.

Y que llegó otoño, que adoro septiembre en Madrid, bajo ningún concepto me lo perdería, los primeros fríos, los paseos con chaqueta, alguna lluvia. Ese mes es mi mes madrileño por excelencia. Todo se intuye más nostálgico, damos un primer paso hacia el invierno. Me encanta quedarme en casa, con una película y un té. Con Fer y las gatinish a mi lado.

Summer, sé que no me comprendes pero es así. Se acaba tu estación y empieza la mía.

Una fotina más del que fue uno de los mejores veranos de mi vida.

Besos



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Peroooo comoooo que suuummmer me chatea y nooo me dejaaaaa peroo tendrás valoooooor!!!!! que fuerte me pareeece!!!

Venga lo aceptaré forma parte de la vida, otoño era la estación de mi padre por eso la eligió.

Y me quedo pensando en eso de qeu seguis soñando con Asia, ¿que sensación debe ser esa? de haber estado tan lejos tan en otro mundo con tantas vivencias...y seguir como en una nube.

Feliz Otoño

Summer

Anónimo dijo...

La felicidad como la alegria se supone que se contagia pero a mi me da envidia en estos tiempos de ir y venir, gritar o callar, coger el autobus o bajarse, en definitiva que vendría muy bien que alguien abriera la ventana y dejase entrar algo de aire fresco. Ese Olsen, quizás esté algo empobrecido por que las modas es lo que tienen pero siempre sus vodkas y entrantes fueron aciertos seguros. Con este cielo gris...y dada mi imposibilidad de subirme a la montaña brindare con un all blues por sus señorías!

Karma dijo...

Vaya, la tentación vive al otro lado de la pantalla y se refugia en el anonimato, aunque escribiendo como escribe poco anonimato puede refugiarle...
Si nadie abre la ventana, ábrela tú. No te pierdas por nada esa brisa. Te la mereces, con esas brillantes elecciones a la hora de ambientar un brindis... (A mi siempre me encandiló "A night in Tunisia" pero en el aspecto musical, soy una incomprendida)
Me he vuelto adicta a esos vodkas y como intuía, me encanta esa comida. El pan fermentado me perdía en Irlanda, así tuve que saludar 2 veces a mi madre en el aeropuerto de Dublín, para que me reconociese, con 13 kilos más... primera y única vez que me suplicó que comiese menos, supongo que fue lo que me concienció...
Summer, como yo, tu padre disfruta del gris, deja de renegar y sonríe con nosotros.